30/04/2014

Psicoactua implanta un programa de tratamiento integral a la Esquizofrenia

Psicoactúa, la unidad de Medicina y Psicología de la Salud del Hospital Internacional Medimar sigue creciendo. A nuestro equipo se suman psicólogos especializados en Rehabilitación Cognitiva para complementar los tratamientos de pacientes con alteraciones cognitivas, como pacientes adictos o con diagnóstico de esquizofrenia.

 

El modo en el que funcionamos las personas en nuestro día a día está mediado por nuestros procesos mentales, funciones que realiza nuestro cerebro constantemente. Desde las acciones que nos pueden resultar más sencillas (como escribir un mensaje en el móvil) hasta la toma de decisiones importantes (comprar o no una casa), el levantarnos cada día y acudir a nuestro trabajo, el cuidado de los niños, una reunión con los amigos… todo ello supone una enorme cantidad de procesos cognitivos.

Estos procesos no se producen de una forma única ni igual en todas las personas; las funciones cognitivas están mediadas por la disposición de nuestras neuronas, por cómo se conectan éstas, por nuestra personalidad, por nuestra historia personal... La integridad de nuestro organismo es crucial para poder llevar un funcionamiento normal. De la misma manera que cuando un daño en alguna parte del cuerpo nos limita enormemente (por ejemplo un dolor lumbar o una lesión en un brazo nos impide conducir), el daño en algún lugar de nuestro cerebro o en la forma de funcionar de éste, puede llevar a que, lo que veníamos haciendo con normalidad hasta ayer, se convierta en una carrera de obstáculos.

 

¿Qué podemos considerar novedoso en cuanto a las técnicas incorporadas en la Unidad?

En Psicoactúa tenemos una larga experiencia tratando con éxito personas con problemas de adicción a sustancias. Sabemos, por nuestra experiencia día a día y por los trabajos de investigación en este campo, que el consumo de sustancias tóxicas a largo plazo está asociado a un deterioro físico (neuronal, del aparato digestivo, cardiaco, respiratorio y endocrinológico) y psíquico (trastornos del estado de ánimo, síndrome amotivacional, dependencia psíquica y física de la sustancia, anhedonia y empobrecimiento afectivo e intelectual).

En particular,  el alcohol, el cánnabis y la cocaína han sido implicadas en una gran cantidad de alteraciones neuropsicológicas como problemas de aprendizaje y de memoria, dificultades en la resolución de problemas, alteraciones en la velocidad del procesamiento mental y dificultades para inhibir conductas, por ejemplo. A todo este grupo de funciones le llamamos funciones ejecutivas.

Es por ello, que el estudio sobre déficits neuropsicológicos en adicciones ha cobrado una especial relevancia en los últimos años y tienen una importante implicación, tanto en el diseño de estrategias adecuadas de intervención,como en el pronóstico terapéutico. Por ello hemos incorporado a nuestro sistema de trabajo la evaluación del funcionamiento neurocognitivo de la persona con un problema de adicción y la rehabilitación de las funciones dañadas. Para ello se diseña un programa de rehabilitación personalizado que completa nuestros programas de tratamientode la adicción.

Así se interviene directamente en la mejora de aspectos como la capacidad del paciente para planificar acciones en función de metas subjetivas, disponer de una adecuada flexibilidad mental que le permita adecuar los planes, el automonitoreo de sus comportamientos y la planificación deliberada de la toma de decisiones, que van a ser cruciales para que el paciente pueda beneficiarse del tratamiento completo.

 

¿Tiene algo que ver esta metodología con el tratamiento de la Esquizofrenia?

Las implicaciones de tener alguna función cognitiva alterada pueden ser múltiples y diversas. Hemos indicado algunas de las que se presentan más frecuentemente en las adicciones. Las funciones cognitivas son las mismas para todas las personas, independientemente de la patología que cada uno podamos padecer. Las funciones ejecutivas, mencionadas anteriormente para describir los problemas en adicciones, también se presentan dañadas con mucha frecuencia en pacientes con esquizofrenia.

En la esquizofrenia además se ven afectadas otras funciones cognitivas, por ejemplo la capacidad para reconocer una emoción en los demás (a través de la expresión facial o del tono de vozdel otro), por lo quele resultará difícil entender a los demás y por tanto, los evitará. A su vez, los demás puedenatribuirlo a su personalidad. Por tanto, un posible déficit en su funcionamiento cognitivo puede implicar que menos personas quieran interaccionar con ella, lo que a su vez implica menos oportunidades de desarrollar esta habilidad, entrando en un círculo vicioso en el que esa persona cada vez evitará más el contacto social porque le resultacada vez más difícil su manejo. A nivel particular esto puede ser la explicación de su aislamiento social; a nivel terapéutico, puede conducir a un fracaso en los programas de habilidades sociales, desmotivando al paciente y al terapeuta sobre posibles mejorías y aumentando la sensación de fracaso en ambos.

¿Y por qué un Programa específico para tratar la Esquizofrenia?

Por un lado, la Esquizofrenia conlleva un elevado coste personal (sufrimiento, estigma), social (baja ocupación laboral, subsistencia a base de pensiones) y sanitario (consultas, visitas a urgencias, ingresos hospitalarios, etc.). Hallar medicación que consiguiera frenar los síntomas más llamativos –delirios y alucinaciones- fue un gran avance hace unas décadas, pero no mejora, por ejemplo las alteraciones cognitivas presentes en la mayoría de los pacientes (atención, memoria, función ejecutiva, cognición social, etc.) y sin embargo son estas capacidades las que van a condicionar que la persona se pueda beneficiar de un tratamiento de rehabilitación; tampoco modifican el estilo personal de enfrentarse a las dificultades, siendo éste otro factor decisivo en cuanto al pronóstico de la enfermedad.

Una detección precoz y una atención integral posibilitan disfrutar de una vida normalizada y de calidad, es decir, participar activa y productivamente en la sociedad.Incluir la evaluación y rehabilitación neurocognitiva en el tratamiento de estas personas multiplica exponencialmente la posibilidad de recuperación de la persona y su proyecto de vida.

 

Brevemente, ¿Cómo se desarrolla el Programa?

El punto de partida comienza por una completa evaluación cognitiva y psicosocial. Los resultados de esta evaluación inicial se comparten con el paciente y, normalmente su familia, resolviendo dudas, orientando y aconsejando sobre los aspectos a trabajar.

Se elabora su plan personalizado de trabajo, que puede contemplar la rehabilitación de funciones cerebrales afectadas, intervención psicológica y psicoterapéutica, visita a domicilio si es necesario, psicoeducación del paciente y terapia de familia y/o apoyos especiales.

Asimismo y, dado que la persona que acude a la Unidad no tiene que cambiar de especialista ni de medicación, coordinamos la intervención con su psiquiatra de referencia (privado o de la U.S.M.), informándole de los progresos y resultados del paciente, y teniendo muy en cuenta el tratamiento farmacológico prescrito por él. Además, contamos con los demás especialistas del Hospital Internacional Medimar necesarios.

Por tanto, se asegura la atención biológica, psicológica y social del paciente (y el apoyo a su familia). Integrándolos, sin duplicar recursos o profesionales y facilitando el acceso y seguimiento a todos ellos.  De esta manera el coste económico de la intervención se reduce considerablemente, permitiendo que muchas familias se puedan beneficiar de él.