El cerebro es capaz de adaptarse a cambios generados por las drogas
Las drogas pueden afectar la comunicación entre las neuronas ya que actúan como algunos neurotransmisores, cuya función natural en el cerebro se relaciona con nuestras emociones, sensaciones, pensamientos, así como con las experiencias de placer, afirmó la doctora Herminia Pasantes, investigadora del Instituto de Fisiología Celular de la UNAM.
El cerebro es un consumidor de energía y trabajar para llevar un neurotransmisor al lugar preciso y liberarlo en el momento justo, es un proceso que requiere de mucho esfuerzo por parte de éste, comentó durante la conferencia Drogas, adicciones y neuroplasticidad, realizada en el Instituto de Investigaciones Biomédicas de la UNAM, en el marco de la Semana del Cerebro 2015.
En el circuito del placer, sobre el que actúan las drogas, hay menos síntesis de neurotransmisores, así como una diminución en los transportadores y los receptores de éstos.
La investigadora señaló que la sinapsis, que es la comunicación de las neuronas, en ausencia de la droga es menor; en cambio, el consumo altera las sinapsis que usan la dopamina y serotonina, dando como resultado un incremento del efecto placentero y de felicidad.
Avances de las neurociencias en torno a la adicción
De acuerdo a las investigaciones en torno a los mecanismos de la adicción, la doctora Pasantes destacó hallazgos del impacto de las drogas en las neuronas que usan como neurotransmisor al ácido glutámico, el cual está relacionado con aspectos de memoria.
Las neuronas que usan el glutamato aprenden a reconocer rápidamente el efecto de la droga y se genera un reforzamiento de las conexiones mediadas por éste, mismo que ocurre en las distintas áreas que integran el circuito de la recompensa y que son el área ventral tegmental, el núcleo acumbens y la corteza prefrontal.
Este reforzamiento, agregó la especialista en neurofisiología, ocurre primero en el área ventral tegmental, aparece después del consumo de una sola vez y dura una semana. Luego de varias dosis de la droga, el cambio permanece aún con tres meses de abstinencia.
Posteriormente, el cambio en la memoria pasa al núcleo acumbens donde puede permanecer por periodos más prolongados, pues las drogas inducen modificaciones estructurales en las neuronas que lo integran. Es posible que este proceso pase después a zonas de la corteza prefrontal media influyendo en la toma de decisiones y los actos compulsivos.
Explicó que la adicción es el uso compulsivo de una droga a pesar de sus consecuencias negativas; se presenta sólo en ciertos individuos, además de que varía según las diferentes drogas. El adicto es aquel que todos los días tiene que consumir suficiente cantidad de droga para compensar el desequilibrio que sufrió su cerebro por el consumo de ésta.
Algunas de las causas de la adicción, concluyó, están relacionadas con la biología, la edad (los adolescentes son más propensos a ser adictos porque su cerebro aún no está maduro) y la genética. También contribuyen factores como el estrés, el entorno, la aceptación social, la gente con la que se relaciona el adicto y el tipo de droga.
Fuente: Dirección General de Divulgación de la Ciencia, UNAM