Verano 2020, clave para el descanso
Según el presidente de la Sociedad Española de Psiquiatría y jefe del Servicio de Psiquiatría del Hospital General Universitario Gregorio Marañón de Madrid, Celso Arango, ahora, la pausa “es más importante que nunca”. Este verano resultará fundamental descansar y recobrarse anímicamente de cara a afrontar con éxito tanto la incertidumbre que permanece como nuevas situaciones críticas que pueda traer esta pandemia todavía activa. “Hay que tomárselo en serio. Tenemos que invertir en nuestra propia salud mental”.
Arango describe lo vivido durante este confinamiento como una situación sin parangón por su intensidad y por su carácter global, “un hecho sin antecedentes en la literatura médica científica”. Los primeros resultados de los estudios realizados durante esta pandemia, todavía incipientes, comienzan a arrojar conclusiones, entre ellas, la confirmación de que se ha experimentado un incremento notable de gente que padece síntomas de ansiedad y de angustia.
“Hemos observado numerosos casos de personas atenazadas por la desazón interna, pasándolo mal, con trastornos afectivos, depresión y con muchos problemas de sueño. También síntomas derivados de un estrés postraumático: personas que no querían recordar, que no podían hablar. Todo ello sumado a un ingrediente principal que es el miedo; el miedo al contagio o a que le suceda algo malo a un ser querido, pero también esos otros miedos derivados de que la situación socioeconómica empeore: perder el empleo, no poder salir adelante…”, explica Arango.
Por todo ello, Arango apuesta por la prevención, un paradigma que ha adquirido en la medicina una relevancia mucho mayor en la última década. La verdad encerrada en el viejo refrán: “más vale prevenir que curar”. “Sabemos que la sobrecarga emocional, el trauma agudo y sostenido en el tiempo, cronificado por el confinamiento, que las preocupaciones vividas sin posibilidad de evacuación o ventilación, son enormes factores de riesgo para desarrollar un trastorno mental”, razona Arango, que da una respuesta para limitar la incidencia de estas sensaciones negativas en todos y poder recargar las pilas.
“Es fundamental que vayamos poco a poco retomando el control sobre cuestiones externas de nuestra vida; que podamos decir: pues ahora me apetece leer este libro, hacer ejercicio afuera tantos días por semana o irme de vacaciones a este sitio. Cada uno conoce mejor que nadie qué cosas echa de menos o le sientan bien, pero sería la mejor idea para disminuir el estrés que arrastramos tomarnos un respiro. Venimos más cargados que de costumbre, tal vez más de lo que percibamos, y no sabemos qué nos depara el futuro, pero necesitamos que nos coja en las mejores condiciones posibles”.