El abordaje de las drogas con un hijo adolescente
La clave principal para poder abordar estos temas con un hijo adolescente es la comunicación. Es muy importante tener una buena base de comunicación, fundamentada en la escucha activa y la confianza, de lo contrario no se estará dando una interlocución válida.
También es importante estar bien informados sobre la diferentes sustancias y sus efectos, conocer cómo se llaman y qué efectos producen.
En el abordaje de estos temas, los hijos deben ver a sus padres como un buen modelo al que seguir y es conveniente que los padres no acaben convirtiéndose en “policías”.
Sustancias depresoras, estimulantes y perturbadoras
Sustancias
Depresoras |
Sustancias Estimulantes | Sustancias Perturbadoras |
Alcohol | Nicotina | Cannabis |
Benzodiacepinas | Cafeína | Éxtasis |
Cannabis | Cocaína | Hongos |
GHB | Anfetaminas | Ketamina |
Heroína | Crack | LSD (Ácido, tripi) |
Metadona | Drogas de Síntesis | PCP (Polvo de Ángel) |
Popper | Xantinas | Sustancias Volátiles |
La adolescencia es una etapa de grandes cambios. Es en este momento, en el que se inicia el camino a la independencia, en el que se busca la identidad, en el que el hijo adolescente necesita diferenciarse de sus padres y para ello buscan como principales referentes al grupo de iguales: los amigos.
Los padres deben conocer, en la medida de lo posible, a todos los amigos y a los padres de los amigos de sus hijos. Debe saber a qué lugares va, para ello pueden utilizar estrategias como invitarle a casa, encargarse de la recogida o de llevarles a los lugares de ocio, etc…
Es muy importante conocer y estar en contacto con los profesores, ya que ellos tienen acceso a información a la que los padres no pueden conocer de ninguna otra manera.
Todo ello se debe hacer sin perder de vista que hay que respetar su intimidad, de lo contrario se puede perder su confianza.
Intentar saber en qué se gastan el dinero del que disponen, es clave para identificar un posible abuso de sustancias, ya que suele ser un buen indicador.
Comunicarnos con nuestros hijos es importante para ellos y para nosotros. Sólo dentro de una buena comunicación es posible una relación de ayuda mutua y es cuando realmente podremos ejercer una verdadera acción educativa.