Guía de actuación contra el ciberacoso

Guía de actuación con el ciberacoso

Los menores y jóvenes de hoy en día hacen un uso constante de Internet y se benefician de las innumerables ventajas que conlleva: información a su alcance, posibilidad de comunicación con sus amigos, ocio a través de vídeos, música, juegos, etc. La educación en aspectos de seguridad, privacidad y protección de los derechos de las personas es algo que se debe enseñar desde la infancia, ya que los menores acceden desde muy pequeños al mundo digital, las redes sociales, los teléfonos móviles y sus aplicaciones.

La labor de los padres y educadores es primordial en la prevención de los riesgos que supone la utilización por parte de los menores de las nuevas tecnologías. Esta debe ser la de enseñar y guiar a sus hijos/alumnos cuando comienzan su andadura por Internet. Sin embargo, en ocasiones, los propios padres desconocen los peligros reales a los que se pueden estar enfrentando sus hijos. Desconocen cómo prevenirlos y educar a los menores para que no se vean afectados por los mismos, así como también los pasos a dar en el caso de estar siendo víctima de alguno de ellos.

Destacamos tres riesgos que siempre han existido antes de la irrupción de las nuevas tecnologías: el acoso de cualquier persona a otra, el acoso escolar entre alumnos o el acoso por parte de un adulto a un menor con fines sexuales. Actualmente estos fenómenos se han «adaptado» a las nuevas tecnologías bajo los nombres de: ciberacoso, ciberbullying y grooming.

Cuando se habla de ciberbullying, los expertos suelen referirse al acoso entre escolares llevado a cabo a través de medios telemáticos como Internet, teléfonos móviles, smartphones, videojuegos, etc. En general, el ciberbullying viene asociado con amenazas, insultos, vejaciones, creación de perfiles en redes sociales que suplantan la identidad de la víctima y la asocian a contenidos vejatorios, etiquetado de fotografías de otras personas u otro tipo de acciones ofensivas hacia la víctima.

Cuando se habla de grooming se hace referencia a una situación de acoso hacia el menor por una persona que habitualmente es mayor que la víctima y que tiene una finalidad sexual explícita o implícita. Por lo general, el adulto desarrolla una serie de acciones para ganarse la confianza del niño con el fin de obtener concesiones de índole sexual. Suelen incluir actuaciones que van desde un acercamiento con empatía y/o engaños, hasta el chantaje para obtener imágenes comprometidas del menor y, en casos extremos, conseguir un encuentro en persona.

Aunque esta guía está centrada principalmente en el ciberbullying (ciberacoso escolar), a lo largo de la misma se verán los aspectos educativos, preventivos y de actuación respecto a los tres tipos de acoso para lograr entender sus similitudes y diferencias; teniendo en cuenta tanto al acosado como al acosador.

Esta guía es fruto de la colaboración de un grupo de expertos que, desde diferentes ámbitos y experiencias, han puesto su conocimiento a disposición de los padres y profesores para educar y concienciar a sus hijos en materia de seguridad en Internet, y puede descargarse desde el siguiente enlace.

También desde el portal chaval.es, una iniciativa de la Secretarí­a de Estado de Telecomunicaciones y para la Sociedad de la Información (Minetur) cuyo objetivo es formar e informar sobre las ventajas y posibles riesgos que ofrece el panorama tecnológico actual, se ha desarrollado una Guía práctica de actuación sobre el ciberacoso para profesionales de la salud, con la que facilitar su diagnóstico, tratamiento y prevención en el entorno sanitario, así como mejorar la coordinación entre los ámbitos familiar, escolar, policial y judicial.