Síndrome postvacacional ¿Qué es? ¿Quién lo sufre? ¿En qué consiste?

Síndrome postvacacional

En torno al 45% de trabajadores españoles lo sufren por incorporarse de forma «brusca» a la rutina laboral.

Dejar atrás los días de relajación, desconexión y vacaciones no siempre es fácil. El mes de septiembre se presenta para muchos como un «lunes interminable» y hace que aparezcan los síntomas del llamado «síndrome postvacacional». En torno a un 45% de los trabajadores en España sufren malestar físico y emocional en el momento en que se incorporan al trabajo después del periodo de vacaciones y hace que su rendimiento laboral y su vida familiar y personal se vean afectadas (discusiones y problemas con la pareja o los hijos).

Ana San Bruno, responsable del departamento de psicología de «Mas Vida Red», apunta que este proceso adaptativo a la vida laboral se produce por hacer una «ruptura muy brusca entre el ritmo de las vacaciones y la incorporación al trabajo sin hacer una correcta transición». Los síntomas a nivel físico se pueden presentar en forma de cansancio, fatiga, falta de apetito, sueño, dificultad para la concentración e incluso se puede llegar a tener «molestias estomacales o musculares». Además, a nivel psicológico se puede apreciar una conducta de «falta de interés, irritación, nerviosismo, tristeza o falta de motivación», añade.

A priori los síntomas parecen comunes a todos los trabajadores cuando vuelven de un periodo de descanso, pero lo que caracteriza al «síndrome o depresión postvacacional» es la duración y el momento en que se presenta. San Bruno aclara: «se suele producir en la primera semana de vuelta al trabajo, y suele ser pasajero; si dura más de 15 días habría que estudiar las causas más profundas que originan esa situación y hablaríamos de otra cosa».

Prevenir el síndrome postvacacional

La planificación es muy importante para volver a incorporarse a la rutina. «Cuando volvemos al trabajo hay que saber que no somos “superhéroes”, y es necesario que el trabajador se de un tiempo de adaptación coherente». En este contexto, marcarse objetivos resulta imprescindible, «hay que ponerse límites para volver a la rutina, es normal que cueste».

Además, es necesario retomar el contacto con los amigos y familiares a los que no se ha visto durante la época de descanso y tener propósitos «como si de año nuevo se tratase».

La alimentación y el deporte también juegan un papel sustancial a la hora de volver al trabajo en septiembre. «Tenemos el pensamiento de que el trabajo y las actividades agradables son incompatibles, y eso es un error». El deporte hace que se liberen endorfinas, lo que provoca que el estado de ánimo mejore y el estrés y la inapetencia se vean reducidos en un alto porcentaje. «Hay que aprovechar los ratos de ocio entre semana y no dedicarse exclusivamente al trabajo» apostilla la psicóloga.

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