Riesgos del consumo de refrescos en los niños
En muchos hogares, se les permite a los niños consumir refrescos diariamente pero, ¿se conoce el contenido de estas bebidas y cuál es el efecto en el organismo de los niños?
La publicidad masiva de los refrescos y su presencia en todos los establecimientos de comida rápida aumentan el deseo de su consumo por parte de los niños. Pero debemos tener cuidado ya que su consumo excesivo (debería consumirse de forma esporádica, menos de una vez por semana) puede producir efectos negativos sobre la salud de los niños.
Uno de los mayores riesgos que presentan es su elevado contenido en azúcar; una lata de refresco contiene hasta 10 cucharaditas. Esto puede tener diversos efectos negativos sobre los niños, por un lado puede incrementar las posibilidades de tener caries, también puede resultar adictivo, en distintos estudios se ha observado la relación entre el contenido en azúcares de distintos alimentos con la adicción a consumirlos.
También presentan un elevado contenido en calorías lo que incrementa el riesgo de padecer obesidad y diabetes tipo 2. Además se consideran calorías vacías (como las que presentan las bebidas alcohólicas), ya que no aportan ningún nutriente esencial para el organismo.
Otro de sus componentes es el ácido fosfórico que es el responsable de las burbujas que presentan este tipo de bebidas. Este componente se asocia al calcio impidiendo su absorción, por lo que puede provocar una deficiencia de este importante mineral incrementando las posibilidades de sufrir fracturas óseas. También se relaciona el elevado consumo de refrescos con un mayor riesgo de padecer osteoporosis en la vida adulta.
También presentan elevadas cantidades de cafeína, un componente totalmente prescindible en la alimentación de los niños. Esta sustancia se relaciona con alteraciones en el sueño de los niños, nerviosismo e incluso agresividad.
Debemos limitar el consumo de estas bebidas en los niños a “ocasiones especiales” y fomentar el consumo de la mejor bebida y más hidratante para acompañar a todas las comidas: el AGUA.
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